Por definición una pesadilla es un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos, que no dejan dormir. Mientras el sueño son muy valiosos ya que es donde se unifica el cuerpo, mente, y espíritu, sin sueños no podríamos avanzar, los sueños nos inspiran y nos mueven; pero llevarlos a la acción de forma eficiente es imprescindible; identificar nuestro sueño y tener una organización que lo comparta es muy poderoso. Un soñador sin acción no tiene propósito. Un soñador con la estrategia adecuada, más la gente correcta, plan de negocio esta mas cerca de ser una persona exitosa.
Es normal que en nuestras empresas tengamos ambas cosas de forma simultánea, pero el cómo vivimos nuestros días es lo importante, no importan las dificultades si mantenemos ese sueño despierto, enfocado con EL PROPÓSITO, las PERSONAS, el PRODUCTO, y los PROCESOS controlados.
Si vivimos en sueño es un problema por que no aterrizamos, no medimos y no valoramos lo que estamos haciendo. En contra parte si vivimos en una eterna pesadilla (afectado con el día a día), es igual de negativo ya que nos consumimos con el trabajo diario y usualmente perdemos el foco de lo que hacemos o más importante nuestros compañeros y colaboradores también lo pierden.
Por lo que las jornadas de revisión de nuestro propósito es un elemento muy valioso que nos ahora costos, re-trabajos, re-procesos. Siempre debemos trabajar con EL PROPÓSITO ¿Para que hacemos lo que hacemos?, las PERSONAS ¿Cómo se desempeñan, y que compromiso real tienen?, el PRODUCTO ¿Qué necesidad estamos resolviendo, sigue siendo vigente?, y los PROCESOS ¿Cómo lo hacemos, existe una forma mejor, tenemos los indicadores que nos guían?
Recordemos que si eres empleado, emprendedor o empresario, tus jefes o clientes no te pagan para trabajar; te pagan para aportar valor trabajando o entregando tú producto o servicio. Con lo cual eso es lo importante, ¿Cuál es el valor que generas.?, ¿Cómo mides el valor que produces.? ¿Cómo lo estás haciendo realmente.?
Lo mejor es buscar un espacio externo de reflexión. ¿Te das ese espacio para mejorar lo que haces?
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